Hoy me han vuelto a preguntar por "la cuadrilla", esa entidad social tan particular que tenemos aquí en Euskadi.
En esta ocasión era un estadounidense, pero recientemente me ha ocurrido con gente de otras partes de España. Las preguntas son siempre parecidas: ¿cómo funciona eso de la cuadrilla?¿qué tipo de relación es?¿qué es más, un amigo o una persona de la cuadrilla?¿cómo se entra/sale?
Y claro, cuando te lo preguntan y tratas de responder es cuando te das cuenta de que, efectivamente, es algo poco común que no se ve por otros lugares. Todo el mundo tiene amigos de infancia, del colegio, del trabajo, etc... pero no todo el mundo tiene una cuadrilla. Cuando en el fondo la cuadrilla es tan solo un caso particular de agrupación de amigos.
No es necesario que existan muchos puntos de encuentro entre sus componentes, no hace falta compartir ideología, aficiones, formación académica, equipo de fútbol, normalmente basta con ser del mismo lugar y tener, más o menos, la misma edad.
Cuando se sale de tragos, se pone "bote" (escote) y se aprende que, poniendo el mismo dinero, uno bebe cerveza y otro gin-tonic (el doble de caro). Cuando no se pone escote, y cada uno paga una ronda, siempre hay uno (el mismo) que, o paga el último o no paga en absoluto, ¡el gorrón!, al cual por cierto nunca se le echa de la cuadrilla por ello. ¡Y este aprendizaje marca de por vida!
Tampoco hace falta verse con frecuencia, puedes mudarte, cambiar de residencia y no ver a nadie en meses, pero la cuadrilla siga viva y tu sigues siendo parte integrante de la misma. Cuando te vuelves a juntar, retomas la última conversación de forma natural, obviando lo que haya podido ocurrir por medio. Hay que reconocer que a ello ayuda que la mayoría de las veces, la cuadrilla se reencuentra alrededor de una mesa o en los bares.
Supongo que la existencia de las cuadrillas está relacionada con la de las Sociedades Gastronómicas, otra de nuestras particularidades. Las reglas sociales, si las hubiera, son casi idénticas. Quizás también esté relacionada con la fuerte implantación de las cooperativas y otros tipos de empresas con relaciones laborales más humanas, como las propuestas por Gbe-Ner. Lo social, de alguna forma, se traslada de un entorno al otro.
Es por todo lo anterior que pienso, que los modelos anglosajones de gestión no acaban de cuajar completamente por estos lares, necesitamos algo más personalizado, algo que tenga en cuenta las "reglas" sociales de las cuadrillas, una especie de Eusko-management.
Integrar y trascender. Tenemos mucho bueno que aprender y mucho bueno que enseñar. Desde lo que somos, hacia adelante.
"El sueño americano" es eso, americano, por aquí tenemos otros sueños. Aquí el líder es rotatorio, es el que lleva la caja cuando salimos de tragos. Además, como recomiendan los cánones de la inteligencia espiritual, es un líder-servidor (nadie quiere llevar la caja).