He leído recientemente esta entrevista sobre la renta básica y la verdad es que me ha sorprendido. Hablar de entregar un dinero, así de buenas a primeras por el hecho de ser ciudadano, sin ninguna contraprestación, llama la atención y más en los tiempos que vivimos, con los recortes sociales y la pérdida progresiva del bienestar.
De forma inmediata lo he relacionado con la idea de trabajo subsistencia, porque la renta básica lo que garantiza es la subsistencia. Recordando lo que he dejado escrito en este blog, para conseguir la realización personal debe garantizarse la subsistencia.
Esto que parece una perogrullada, no acababa de verlo en la práctica. Porque veamos, ¿cómo lo hago? ¿de las ocho horas diarias, cuatro para subsistir y el resto para realizarme? ¿durante cuatro horas aguanto lo que me echen y el resto hago arte?. Lo habitual es contar con un solo empleo que nos sirve para subsistir y que debiera facilitarnos la realización. Y con un solo empleo no se pueden hacer malabarismos.
El ideal que imaginaba, por lo menos hasta ahora, es que el empleo fuera de realización y de forma implícita nos garantizara la subsistencia. Que la motivación principal del trabajo fuera el placer y la satisfacción de hacer lo que se hace, fuera lo que fuera.
Hay mucho por desarrollar en este sentido y mucha gente pensando en ello. Buscar la máxima implicación de todas las personas para mejorar los resultados pasa por esto mismo, por hacer que el trabajo sea de realización.
Pero mira por donde la renta básica nos garantiza la subsistencia sin necesidad de trabajar, ¡me he quedado sin palabras! esto tiene mucho calado.
En internet existe mucha documentación sobre esta propuesta de Renta Básica; sus efectos, su justificación, su viabilidad. Yo no voy a entrar en el debate, tan solo dejo aquí los vínculos y mi pequeña reflexión.