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domingo, 28 de octubre de 2012

Reconocimiento

Siguiendo con el tema de la última entrada, la encuesta sobre la felicidad en el trabajo, me gustaría hablar un poco sobre el reconocimiento.

En la encuesta nos decían que este año la combinación: Disfrutar del trabajo/ Realización personal/ Reconocimiento ha sido presentada como la principal razón para ser feliz en el trabajo.

El reconocimiento lo encuadro dentro del vínculo social que nos aporta el trabajo. Según mi opinión los principales caminos hacia la realización personal a través del trabajo son: la obra, el vínculo social y la realización de los valores; de lo cual de forma directa o indirecta estoy hablando en este blog.

Una de las funciones que se le atribuye al trabajo es pues, soportar las relaciones sociales, ser la base donde se desarrolla el vínculo social, bien sea por la colaboración necesaria para producir los bienes y servicios como por la relación que se deriva del intercambio de bienes producidos. Y sobre esto nadie discrepa, la discusión surge cuando se descarga toda la responsabilidad del vínculo social en el trabajo. Para unos el trabajo es la única forma de concretar el vínculo social y para otros las relaciones sociales van mucho más allá de las del trabajo y no deben limitarse a los vaivenes del mercado. Existen el arte, la salud, la cultura, etc..., que no pueden ser interpretadas como objetos de intercambio.

En cualquier caso, como decía, nadie discute sobre la función socializadora del trabajo.

Tampoco nadie discute el potente efecto que el reconocimiento tiene en las personas. Esto no es nuevo, se puede encontrar en cualquier manual de buenas prácticas:

Reconocer lo bien hecho en público y discutir lo dudoso en privado.


El reconocimiento confirma lo social, pues proviene de los demás, de los otros: del jefe, de los compañeros, de los amigos, ...., No conozco a nadie indiferente al reconocimiento. Podemos (y debemos) trabajar para nosotros mismos, pero incluso así, valoramos el reconocimiento de los demás, nos gusta ...

“Que se reconozcan mis méritos y mi profesionalidad” (oficial de 45 a 54 años, Cataluña).
“Que mi profesión esté más reconocida socialmente” (agricultor de 35 a 44 años, Aragón).

Otros aspectos del vínculo social que están experimentando un auge son: el trabajo en equipo, la integración de clientes y suministradores en la cadena de valor, conciliación entre vida laboral y vida personal, la mejora de los flujos de información dentro de la empresa, la multidisciplina en la toma de decisiones, etc...

Lo individual se funde en lo social y prueba de ello es el reconocimiento. Somos animales sociales, humano y social, son conceptos que van de la mano. Dos miradas enfrentadas que se quieren encontrar.